Felicidades, funcionaria disfuncional...
Espero que te tomes, al menos, un desayuno a nuestra salud y que sigas aportándonos tu sapiencia culinaria y gimnástica mucho tiempo más. Y que te promuevan a los más altos cargos que admita la administración pertinente, que tanto estudio no es bueno para la salud...
Toma, de tu actor favorito:

ESCRIBE LO QUE PIENSAS, PERO PIENSA LO QUE ESCRIBES.